Abyaneh, pueblo pintoresco de irán

Pueblo de Abyaneh. El contraste de la vegetación verde, de las casas rojas y las montañas es bellísimo.

Cuando se habla de Abyaneh hablamos de uno de los pueblecitos más pintorescos y más particulares de Irán. Situado en un oasis de verdor en mitad de un decorado montañoso y un desierto, Abyaneh se compone de hileras de casas dispuestas sobre una ladera de estos montes. Bastante cerca de Kashan en la región de Natanz, las casas de Abyaneh han sido todas construidas con ladrillo rojo, formando un panorama nada común en Irán. Las casas de ladrillos de adobe de la región son tan rojas por la alta concentración del oxido ferroso del material utilizado.

El pueblo, cuya población, no llega a los 500 habitantes fijos, es sin embargo, uno de los lugares más turísticos de Irán, apreciado por los turistas locales. Al parecer se trataría de unos de los pueblecitos aún habitados más antiguos del país, ya que tendría unos 2500 años de antigüedad. Gracias a la importancia del agua, que es abundante en este lugar, ha sido posible el cultivo de frutales y cereales en una zona semidesértica.

Un pueblecito pintoresco y sorprendente.

El folklore local, los vestidos coloristas y los tejidos son distintos de otras regiones de Irán y, gracias al turismo, se han mantenido. Tan vivos e intensos contrastan con otros atuendos más parcos y sombríos que dominan en otras regiones del país. Todo ello hizo que el pueblo entrase en el Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO en 1973. Su folklore y tradiciones entraron a su vez en 2013 en el Patrimonio inmaterial. Gracias a estos reconocimientos la región ha mantenido estas costumbres y elementos distintivos. También, a nivel urbanístico, no ha habido destrucciones ni cambios drásticos en los últimos años.

Las mejores fotos se pueden hacer desde la ladera opuesta a Abyaneh, donde los arboles que crecen junto al río contrastan con los rojos de las casas alineadas en terrazas y los ocres de las montañas que rodean al pueblo. Las casas de Abyaneh son adinteladas y se apoyan las unas en las otras, aprovechando el relieve en cuesta. Calles estrechas y arcos bajo las casas permiten recorrer el pueblo.

Monumentos en Abyaneh, qué ver y visitar.

Uno de las bóvedas que permiten el paso de las calles en Abyaneh. ©Iñigo Pedrueza.

Uno de los monumentos más importantes es el Templo de Fuego de Harpak. Los templos de fuego pertenecen a la religión zoroastriana, la religión predominante durante la época aqueménida del Imperio Persa. Se encuentra en la calle principal de Abyaneh, y está construido en piedra con un techo también de piedra y cuatro pilares que soportan una bóveda. Erigido en la época aqueménida, llegó al apogeo con los Sasánidas y fue reconstruido a partir del siglo III.

El dédalo de calles permite pasear y descubrir casas, comercios y construcciones como la Gran Mezquita. Esta mezquita es una de la más antiguas de Persia, construida durante los primeros años de los Seleúcidas. A pesar del predominio del zoroastrismo, el Islam tuvo sus partidarios en este pueblo desde muy pronto, sin problemas para coexistir durante siglos. La mezquita tiene dos shabestans, uno para el verano y otro para el invierno. Estas estancias semienterradas se ventilaban gracias a los qanats, ingeniosos sistemas de refrigeración que funcionan utilizando la diferente presión del aire. Así se garantizaba frescor en verano y calor en invierno. Al parecer fueron construidas en torno a finales del siglo XI en época Seleúcida. La decoración de flor de loto grabada, abunda en el minbar y las suratas en el mihrab. Las columnas son imponentes, de madera de nogal y los techos, también de madera, están tallados y policromados.

Otra mezquita de la ciudad es la de Haajatgaah, situada cerca del cementerio de Abyaneh, de adobe, piedra y vigas de nogal. Data también de la época Saváfida.

Calle principal de Abyaneh.
©Iago Pedrueza.

La tercera mezquita es la de Porzaleh, que data del siglo XIII y es, quizá, la más imponente. Amplias salas (shabestan) y techos abiertos en patios que permiten la entrada de luz y la ventilación. Destacan sus estucos decorados con poemas y dibujos estilizados de plantas.

Muy interesante es la visita del Templo de Eisa y Yahya o Ziarat. Cuenta con dos cúpulas de cerámica vidriada y un patio central abierto con vistas a las montañas frente a Abyaneh y a un estanque. Desde la balconada de madera se puede contemplar un bello panorama rojizo de las tierras de Abyaneh, que contrasta con el verdor de la vegetación.

El templo de Hinza es un santuario situado en el fondo del valle del mismo nombre, en un abrigo de la roca. Bajo un bloque inmenso de piedra y muy cerca del arroyo que da nombre al valle. Construido también durante el periodo saváfida, cuenta con construcciones trogloditas, varios balcones, un patio, etc… La decoraciones es profusa, en la madera, los estucos y la talla de las puertas y decoración.

Para completar el panorama religioso de Abyaneh, el pueblo cuenta también con un santuario o centro de reunión sufí, otra de las corrientes islámicas, la más filosófica y contemplativa. El Khanqah fue construido durante l reinado del Shah Abbas I, quinto rey de la época Saváfida y uno de los más importantes. Los frescos son muy importantes, en las paredes y estucos.

También, en lo alto del pueblo se encuentran las ruinas de un fuerte Sasánida, el fuerte de PÁla. Al noreste del pueblo hay otra fortaleza, la de Herdah y, por último, al suroeste se encuentra un fuerte más reciente el de Palahamoona, desde donde se contemplan muy bien las construcciones escalonadas de Abyaneh.

Vestidos típicos de la zona. Los iraníes son por lo general muy amables y les encanta salir en las fotos. ©Iñigo Pedrueza.

Otra de las particularidades de Abyaneh es que se ha mantenido un dialecto que parece ser similar al persa sasánida antiguo. La festividades tradicionales más importantes de Abyaneh son las de Tasu’a y Ashura. Son el momento donde la ciudad está completamente ocupada por los turistas.

Varias campañas arqueológicas se han desarrollado la región desde 2005, ampliando el conocimiento de la zona. Dada la importancia del turismo, sobre todo nacional, pero del interés del gobierno por potenciar Abyaneh, fuera de las fronteras de Irán, desde 1995 se han desarrollado importantes trabajos de restauración y promoción del pueblo.

Como llegar.

Abyaneh se encuentra cerca de Kashan, y de las primeras estribaciones del desierto de Maranjab. A 30 kilómetros al oeste de la autopista que une Kashan e Isfahán, por carretera se llega en una hora y diez desde Kashan y en 2h20m desde Isfahán. Tanto Isfahán como Kashan cuentan con aeropuertos con conexiones a Teherán.

Donde dormir.

Muchos turistas hacen el viaje desde Kashan o Isfahán y luego vuelven a estas ciudades para dormir. No obstante en Abyaneh hay dos hoteles modernos situados en las afueras del pueblo, con lo que es posible pernoctar allí y disfrutar de la noche en las montañas de Irán.