Los frutos secos en general son una de las delicias de la gastronomía de Irán. La variedad es inmensa, desde los mas comunes como las nueces, avellanas, piñones, uvas pasas o dátiles hasta los preciados pistachos.
Los pistachos de Irán tienen la misma fama que su azafrán. Los encontraremos por todas las provincias de Irán, de diverso tamaños, tipo, calidades y sabores. Los más caros serán los más escogidos sin ninguno cerrado y de tamaño homogéneo. Los hay también aromatizados con sabores, teñidos de rosa, picantes… la variedad es casi infinita.
Además de consumirlos solos, los iraníes los incluyen en infinidad de platos, en postres como mazapanes y pastas de frutos secos. Otro regalo original de los que no quedan ni rastro.