Shiraz

Mezquita rosa, Nasir al-Molk, de Shiraz. Tan bella como desconocida.

Sin duda, es junto a Isfahán uno de los centros turísticos del nuevo Irán, gracias a la cantidad de monumentos heredados a través de los siglos. Su nombre significa León Furioso, ya que en la zona había leones asiáticos hasta los años 60. Hoy están extintos en Irán, existen, gracias a los británicos que llevaron algunos ejemplares a la India, donde en reservas aún existen unos 400. La ciudad aparece referenciada ya en algunas tablillas de  Persepolis donde existen referencias a los obreros de Shiraz.

Shiraz al píe de los Montes Zagros.

La ciudad se sitúa en un altiplano al píe de la cordillera de los Zagros a casi 1500 metros de altura, Shiraz es una de las ciudades con mayor superficie del país. Con una población de 1,2 millones de habitantes, Shiraz está rodeada de montañas, y aunque no lo parezca, llueve bastante en primavera. Su clima es continental árido, con inviernos fríos y veranos muy cálidos. Pero esa situación, en una cubeta rodeada de montañas, hace que se concentre mucho agua, posibilitando la agricultura (arroz, frutas, cítricos, verduras).

Los acuíferos son inmensos y gracias a los pozos el cultivo de arroz es posible. Sorprende muchísimo observar grandes arrozales en los alrededores de la ciudad de Shiraz. Un uadi, -el cauce casi siempre seco de un río de zona desértica-, cruza la ciudad y acaba en el lago salado de Maharloo. El río a veces lleva agua durante el invierno, pero desde la primavera hasta el otoño no cae una gota de agua.

Vista general de Shiraz desde la Puerat del Corán. ©Iñigo Pedrueza.

La provincia de Fars contiene numerosos vestigios de la Persia clásica  ya que muy cerca se encuentran los restos de Persépolis, Pasargadas, dos de las capitales del Imperio Persa aqueménida, o Firouzabad, otra ciudad importante en esa época hace más de 2500 años. Pero eso no es todo, más de 200 sitios arqueológicos se encuentran en la zona que rodea la capital de la provincia del Fars. Shiraz ha mantenido desde la edad moderna la primacía como centro cultural y artístico del país. Shiraz, que fue también capital de Persia durante el siglo XVIII, gracias al desarrollo del turismo en los últimos años está recuperando buena parte de esplendor.

Como curiosidad, recordar que el cepage Syrah sería de origen iraní y su nombre derivaría del de la ciudad. Hoy el cultivo de la viña ha sido abandonado, pero como en otros casos (Georgia), los orígenes del vino parecen ser caucásico asiáticos.

Si el patrimonio del siglo XVIII es el principal interés de la ciudad, Shiraz, como hemos dicho, se encuentra muy cerca de algunos yacimientos arqueológicos del Imperio Persa Aqueménida y de parajes naturales que pueden alargar nuestra estancia en la zona. Más allá, por supuesto, de la legendaria generosidad y amabilidad iraní.

Patrimonio en Shiraz.

Artesonados de la Mezquita Nasir ol Molk en Shiraz. @Iñigo Pedrueza

La riqueza monumental es tan amplia como diversa, desde los yacimientos persas de Persépolis o Pasargadas, hasta antiguos caravanserais, alojamientos y almacenes de la época de la ruta de la Seda. Los orígenes de la ciudad se remontan a la época elamita, esa “confederación” de ciudades agrícolas y comerciantes de corte mesopotámico. Ciudad de cierta importancia durante el Segundo Imperio Persa (la época Sasánida), será la conquista árabe y la islamización la que dará a Shiraz ,la importancia que le conocemos a partir del siglo VII. Shiraz comienza a ganar importancia a partir del siglo XIII y XIV, hasta el XVII. Su importancia crece hasta que en 1750 es elegida como capital por la dinastía Zand (hasta 1794). Durante esa época se restauran o se construyen los principales monumentos de la ciudad.

Ya en el siglo XX, el Shah escogió Shiraz como faro cultural del país y durante los años 60 y 70 se invirtió mucho dinero en recuperar monumentos y patrimonio. La revolución de 1979 y los convulsos años 80 pondrán fin al periodo de expansión y el turismo desaparecerá. La poesía, tradición literaria reconocida en todo el mundo musulmán y oriental o la reivindicación del origen del vino, a la que está asociada la ciudad, no le ayudaron mucho.

El desarrollo de su universidad, de los hospitales y la celebración del Festival de las Artes Iraníes durante os años del Shah Pahlavi, muy criticado por los religiosos, fueron anulados y en general la ciudad abandonada. Durante años, el régimen ha privilegiado una cierta visión de Irán asociada a Isfahán como ciudad acorde con los preceptos islámicos. Pero las cosas están cambiando. La distensión que se produce a partir de 2016 abre de nuevo Shiraz para los viajeros y la ciudad que está recobrando su brillo.

Artesanía en metal esmaltado.Bazar de Vakil. Shiraz. ©Iñigo Pedrueza.

La ciudad se divide en una parte antigua con el bazar y la mezquita de Nas-al-Monk, y una nueva en plena expansión. Varias inundaciones y terremotos durante la historia han destruido o afectado a la arquitectura de Shiraz. A pesar de ello, el patrimonio es espectacular. Para empezar la Ciudadela de Shiraz o Arg-e Karim Khan, fortaleza de ladrillo y piedra con cuatro torres en los extremos, una de ellas inclinada, que constituye una de las fotografías de la ciudad.

La otra, sin duda es la mezquita de Nasir al-Molk, más conocida como mezquita Rosa por el color de los azulejos del techo. La luz que entra por las vidrieras proporciona una atmosfera acogedora y cálida a este lugar religioso, que sin embargo, es también un lugar de encuentro. Las mezquitas en Irán son lugares de culto pero también de reunión y encuentro.

Otros monumentos a destacar son la mezquita Atiq del siglo IX; la mezquita de Vakil con el Gran Bazar homónimo situado en la misma zona. El bazar es relativamente pequeño y enseguida nos orientamos en él. En el centro del Bazar un antiguo caravanserai de mercaderes puede ser un lugar de encuentro ideal. El ambiente es tranquilo y absolutamente seguro. El encanto no falta en los puestos de marquetería, vasos de metal, tapices, especias y frutos.

Aún no hay demasiados restaurantes y faltan los bares. Dado que el alcohol está prohibido, sólo queda el agua y los zumos de frutas naturales y granizados, estos excelentes.. Sabores como la granada, el melón o los diversos granos son muy recomendables. Los precios de Shiraz no son caros pero tampoco esperemos muchas gangas, por ejemplo con los pistachos que resultan tan caros como en Europa o más si su calidad es superior.

Vendedor de alfombras. Bazar de Vakil. Shiraz. ©Iñigo Pedrueza.

La puerta del Corán (Darvazeh Qoran) es otro lugar de interés. Por ella solían salir los viajeros, esperando recibir la protección durante el viaje. Se sitúa a la entrada norte de la ciudad, en un desfiladero natural. Subiendo por unas escaleras se puede ascender a uno de los lados del desfiladero donde se hayan los retsos de un Templo de Fuego de la religión Zoroastriana.

Todo el centro de la ciudad se está renovando y surgen hoteles boutique, hoteles con encanto, restaurantes y comercios que esperan recibir a los nuevos turistas que vengan del extranjero.

Varios mausoleos de personajes importantes se encuentran en Shiraz, por ejemplo el de Meydan-e Ahmadi; el del emir Alí y el de los Shah, Cheragh (s.XIV) y Shoja.

Shiraz ciudad de la poesía.

Madrasa de Khân, construida por Abbas I Shiraz. @Iñigo Pedrueza

La poesía ha sido un pilar de la literatura persa, sobre todo después de la época de esplendor del siglo XVIII. Dos de los principales poetas Hafez y Saadi cuentan con sus tumbas en la ciudad. Ambos mausoleos, pero sobre todo el de Hafez, se encuentran entre los monumentos más visitados por los iraníes. La tumba de Hafez recibe millones de visitantes cada año, ¡ni Cervantes ni Shakespeare ni Moliere tienen tanto éxito! Este peregrinaje poético muestra la importancia actual de la poesía en Irán, un ejemplo más de las apariencias engañosas y totalizadoras que solemos tener sobre el país.

Shiraz también fue ciudad de ciencia , cultura y literatura. Las madrasas creadas en el siglo XVI crearon un centro muy abierto e interesante. Destaca la Madrasa de Khân, situada muy cerca del bazar y la ciudadela.

Shiraz y los jardines.

Como en todas las culturas de desierto, en Persia el jardín estaba vinculado a la ideología y casi a la mitología. El poder, político y económico buscaba reproducir en los jardines los sueños de gentes acostumbradas a la aridez de los territorios en los que vivían. Ejemplo de todo ello la existencia de varios jardines y palacios representativos en Shiraz. Sin olvidar que muchos de los monumentos antes destacados, como los mausoleos y las tumbas, se encuentran es espacios ajardinados donde el verdor y el agua son los grandes protagonistas.

Shiraz es una ciudad jardín, llena de naranjos, con lo que dependiendo de la época el ahora del azahar domina la ciudad. Entre los palacios y jardines destacamos el Palacio y jardines de Naranjestan y Ghavam; el Jardín Afifabad que alberga el museo del ejercito; el jardín botánico de Eram y el Jardín Delgoshe.

Cómo llegar.

Ciudadela de Shiraz. ©Iñigo Pedrueza.

Shiraz, ocupa el punto más septentrional del eje Teherán-Isfahán-Shiraz. De la capital le separan un poco más de 900 km, unas 10 horas en coche, algo más en autobús. Dada la distancia muchas personas eligen el avión. Los vuelos internos no son nada caros en Irán y el trayecto se reduce a una hora y media.

Anticuario. Bazar de Vakil. Shiraz. ©Iñigo Pedrueza.

Dónde dormir.

Numerosos proyectos inmobiliarios y hoteleros se desarrollan en Shiraz. Las estructuras no son demasiado grandes ni de gran calidad, pero las cosas cambian rápido. Algunos hoteles con encanto y B&B comienzan a aparecer en edificios restaurados o construidos al efecto, con lo que se prevé una gran mejoría en el parque hotelero. Dado que los precios son aún muy competitivos podremos pasar unos días en alguno de los buenos hoteles o B&B de la ciudad sin problema. A veces la reserva previa es complicada con lo que es necesario pasar por alguna agencia especializada. Si necesitan ayuda o sugerencias, no duden en escribirnos.

Cómo moverse.

Las distancias son largas y fuera del centro es necesario transporte ya que la ciudad es muy extensa. EL transporte público no funciona mal y hay taxis que no son demasiado caros. En la la zona más céntrica se puede ir sin problemas andando.