Los caravanserais son las fondas o posadas donde descansaban durante siglos las caravanas de la Ruta de la Seda. Ya los persas aqueménidas establecieron una red de pequeñas fortalezas amuralladas en torno a patios centrales donde las caravanas descansaban en los largos recorridos entre el Mediterráneo, China y la India.
La red persa de postas y hospedajes de la Ruta de la Seda fue aumentada y mejorada durante los Imperios posteriores, Seléucidas, Partos, Sasánidas, Qjar… Su utilidad fue esencial hasta el siglo XIX y los últimos caravanserais se abandonaron a principios del siglo XX. Miles de pequeñas fortalezas se reparten por todo el Oriente Medio y Asía Central. Hoy una parte de ellos está siendo restaurada y convertida en hoteles y alojamientos con encanto.
Una arquitectura defensiva y lujosa.
Los caravanserais eran edificios de altos muros que encerraban un patio central y diversas dependencias para acoger a los caballo, camellos, las mercancías y a los caravaneros. Los diplomáticos, comerciantes y soldados se alojaban dependiendo de su rango y riqueza, en alojamientos de diferente categoría. Almacenes, establos, habitaciones e incluso estancias para los Shas ocupaban estos edificios, representación idealizada después, de los cuentos de las Mil y una noches y de las aventuras de Marco Polo.
Su caída en desuso y el hecho de que muchos estuviesen construidos con adobe y ladrillo, provocó que algunos se hayan perdido. Los problemas políticos de Irán y la ausencia de turistas durante muchos años no ayudaron a su conservación.
Los Caravanserais hoy nuevos hoteles con encanto y boutique hoteles.
Las cosas han cambiado en Irán en los últimos años. Gracias al desarrollo de una clase media con posibilidad de gasto y la reciente apertura política, muchos turistas extranjeros comienzan a conocer los caravanserais. Nuevas inversiones han restaurado o reconstruido estos edificios míticos de la Ruta de la Seda. Y se han transformado en hoteles con encanto y pequeños hoteles boutique donde todos los servicios están asegurados. La calidad y las comodidades con el encanto de un edifico donde quizá un Shah o un protagonista de cuentos orientales pernoctó.
Ese encanto hoy está al alcance de los viajeros que deseen alojarse en hoteles pequeños, con lujo y encanto. Los caravanseráis se encuentran en toda la geografía de Irán, desde el norte en el Azerbaiyán iraní hasta los oasis de Bam, en Kerman, o cerca de las grandes urbes de Shiraz, Isfahán o ciudades más pequeñas como Kashan, Abineh o Yadz.
Para más información no dude en escribirnos un mensaje: